con grande y noble pezón
en el ambiente guerrero
le clavaron un acero
tan cerca del corazón.
que el médico al contemplarla
tras verla y examinarla
dijo: “ Quedará sin vida
si se pretende sacarla
el venablo de la herida”.
Con el dolor espantado
bella, altiva, desenfado
aunque nada ella sufrió
con el acero clavado
la Musa resucitó.
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